Había una vez un sapo que quería ser principe.Había leido un libro que se le cayó a un niño un dia cerca de su charca en el que una princesa besaba a un sapo y este se convertía en principe y pensó "¿por que no me puede pasar esto a mi? ¿y si yo soy un principe encantado?" y desde entonces se dedicó con todos sus esfuerzos a buscar la princesa que le sacara de esa charca inmunda y lo convirtiera en lo que siempre quiso ser un principe encantador,con castillo y vasallos.
Cada mañana,cada tarde,veia pasar los carruajes hasta que cierto dia,se paró uno junto a su charca y bajó una princesa y nuestro amigo pensó "ahora es la mia" y se acercó a dicha princesa y ante el asombro de esta le dijo "oh,princesa,yo soy el principe que estás buscando,bésame y sácame de este embrujo" y la princesa aunque un poco indecisa lo besó.Como era de preveer el sapo se quedó como estaba,verde,con sus ojos saltones y su piel babosa.
El sapo no se lo podía creer,lo había soñado tanto tiempo y ahora la realidad lo devolvía a la tierra."¿que ha pasado?" le preguntó a la princesa, "yo estaba convencido de que me volvería un principe" y la princesa unicamente le contesto "es tu condición", y se marchó.
Triste,se acercó a su gran amigo el cocodrilo y le explicó lo sucedido,el cocodrilo le dijo "eso son tonterias,todos podemos cambiar nuestra condición, y para demostrártelo te propongo que te subas encima mio y yo te cruzaré el charco sin comerte,porque aunque mi condición sea la de devorarte te demostraré que la puedo cambiar".Nuestro amigo el sapo,cegado todavía en su fe,aceptó y se subió a lomos del cocodrilo.
A mitad de camino el cocodrilo abrió su enorme boca y comenzó a comerse al sapito.Nuestro sapo no podía creer lo que estaba pasando y le preguntó "¿por que lo has hecho,por que me comes y porque lloras a la misma vez?" y el cocodrilo le contestó "es mi condición".
Entonces el sapo mientras se le iba la vida,lo comprendió todo.
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